La autodestrucción de Gran Hermano
Hoy me enfrento al folio en blanco con ganas de escribir, para desahogarme y compartir con vosotros la impotencia que estoy sintiendo como espectador al observar cómo se destruye por segundos un formato que llevo años adorando para convertirlo en algo patético, pero, al mismo tiempo, también me enfrento a él con mucha pena… quizás sea una de las entradas más duras que he escrito, pero tengo claro querer hacerla porque siempre he dicho lo que pienso y ahora no podía ser menos.
No pensé que llegaría el día en el que me plantease si dejar de ver una edición de Gran Hermano, pero ha llegado. GH VIP 4 es un gran desengaño, para mí, como espectador. No me gusta. Siempre he criticado a la gente que ataca constantemente la emisión de este programa, ya que existe una opción tan simple como cambiar de canal, porque la parrilla es muy amplia, o directamente apagar la tele. Anoche, antes de las 00.00h, yo tuve que hacerlo,apagué la televisión por lo que estaba viendo… y aunque os parezca una tontería me duele porque mi pasión por este formato es muy grande, pero quizás deba pensar que el amor también se acaba.
De momento, me resisto a dejar de verlo definitivamente, no quiero ser tan radical, pero desde luego ya he reducido de forma muy considerable la cantidad de horas que le dedico. Prácticamente no conecto con el canal 24 horas, no estoy viendo los resúmenes y difícilmente aguanto viendo el “Límite 48 horas”. Me quedan galas y debates, espero no terminar tomando la misma decisión.

Un consuelo para mí es que GH VIP no esGran Hermano, pero inevitablemente son dos formatos que nacen de un mismo padre, por lo que aunque cada hijo tenga su propia personalidad, si cambia la forma de educarlos eso va a repercutir en ambos… es inevitable… y como decía al abrir este post, me llena de impotencia como espectador ver el daño que se le está haciendo al programa con el que más he disfrutado y sentido a lo largo de mi vida. No quiero perderlo y me temo que lo hago porquelo que se está emitiendo no es Gran Hermano, aunque se llame así. Me encantaría que llegase GH 17 limpio de la porquería que se está vertiendo contra él y me reconquistase como espectador. Deseo que suceda porque yo siempre apostaré por Gran Hermano, por elGran Hermano que a mí me conquistó y por el programa que yo entiendo como Gran Hermano, no por el que ahora nos quieren vender.
Yo siempre he defendido este programa en contra de muchas críticas, y simplemente hay que tirar de histórico para comprobarlo. Y ahora no estoy atacándolo, aunque muchos piensen que sí. Lo que estoy haciendo es continuar defendiendo mi Gran Hermano, el problema es que la lucha es distinta porque el enemigo ahora no está fuera, sino dentro del propio formato. Lo están dañando y destruyendo, poco a poco, desde dentro, dándole martillazos al formato sin pensar en las consecuencias a un futuro a largo plazo. Puede haber inventos que funcionen para dar un buen dato de audiencia a una gala, de forma puntual, pero no sirven para mantener el espíritu del programa. Ya lo dije una vez: Antes, Gran Hermano sabía reinventarse; ahora, saben inventarse Gran Hermano.
No son datos puntuales sino un conjunto de cosas las que pienso que están destruyendo el formato, y el problema está en que no veo que se ponga ningún tipo de remedio para sanar los errores sino que se siguen fomentando. Por supuesto, lo que yo considero errores habrá quien los vea como grandes victorias, yo no soy poseedor de la verdad, simplemente opino, pero creo que lo hago con unas bases muy formadas como espectador. Ahora bien, los responsables del programa son los que toman las decisiones y los que tienen las ideas que el espectador está rechazando, por lo que no entiendo este enfrentamiento.
Para empezar creo que el grupo de concursantes de este año es un fracaso. Es uno de los grupos menos interesantes de la historia del reality. Pasivos, repetitivos y creídos. Pocos se salvan. Y desde aquí mando toda mi admiración al equipo de edición de vídeos porque poder seleccionar imágenes de una convivencia donde poco sucede no debe ser un trabajo fácil. De hecho, que las conversaciones más interesantes que hayamos visto hayan sido de un concursante hablando solo, Carlos Lozano, en la sala donde van a fumar para no ser grabados, dice mucho del casting y del peso de las tramas.
También dice mucho que ayer, en “Límite 48 horas”, no llevasen ni media hora de programa, con sus publicidades varias, y el tema más interesante que tuvieron para abordar es uno que no tiene ningún tipo de relación con el programa, al preguntarle a Fran Nicolás si ha tenido un affaire con Ylenia. Sinceramente, es un tema que no me interesa absolutamente nada pero que insisten en fomentar. Si quiero este tipo de información veré otros programas de la parrilla de Telecinco, la cual dedica bastantes horas al día a hablar de la vida privada de la gente, pero no busco eso al ver Gran Hermano. Y así con todo, porque el hartazgo que tengo con losconflictos personales de la familia Matamoros es indescriptible, que por supuesto, insisto, nada tienen que ver con Gran Hermano.

Y ya si hablamos de El Debate… parece que piden cuatro cosas básicas para sercolaborador: Que no tengan ni idea del formato, gritar cuanto más mejor, acabar las frases diciendo “¿vale?”, o algo similar, y arrancar los aplausos del público con argumentos tan básicos como “falso” o “a la calle”. Algún colaborador se salva de esta definición, pero lamentablemente son una minoría.
Esta es mi forma de ver las cosas, ya el otro día explicaba en un vídeo por qué me estáaburriendo la edición, pero cada día que pasa más noto que se pierde el Gran Hermano que siempre he seguido con una pasión tremenda, y sigo suplicando su recuperación con GH 17. Os dejo el vídeo por aquí por si no lo habéis visto y os apetece verlo:
Si habéis llegado a este punto del artículo os lo agradezco, y si estáis de acuerdo en lo que he contado os pediría que lo compartieseis en vuestras redes sociales porque me gustaría comprobar si es sólo una percepción personal o una mayoría de la audiencia está sintiéndose así. De ser una mayoría los que lo sentimos, tendremos que luchar por recuperar nuestro Gran Hermano. De ser una minoría, quizás deberé aceptarlo y dar paso a las nuevas generaciones de espectadores.
Gracias, siempre, por estar al otro lado de la pantalla, leyendo mis opiniones. Me despido con este ojo, el de Gran Hermano, el de siempre. Curiosamente, el logo de GH VIP no tiene ojo porque parece que lo que menos interesa es ver lo que sucede dentro de esa convivencia.